Yo tengo un amigo en África

Desarrollo del proyecto: (2007 – 2012) EN REACTIVACIÓN

Proyecto educativo de sensibilización y conocimiento de la situación de los pueblos africanos, partiendo de su realidad y desde un proceso educativo.

Pretende, a través de la emoción, la reflexión y el análisis que, educadores y alumnos, tomen conciencia de la situación de injusticia que viven los pueblos africanos, asumiendo la responsabilidad que desde el mundo desarrollado tenemos con nuestros vecinos del sur.

Busca abrir una puerta, canalizar e intentar dar respuesta a la sensibilidad e inquietud que muchos de nuestros educadores y alumnos manifiestan, que nace de la necesidad de comprometerse en la construcción de un mundo más justo y solidario, donde la persona no solo se limita a contemplar la realidad, sino que puede transformarla, convencidos de que otro mundo es posible.

Los objetivos que aquí se plantean recorren transversalmente todo el proyecto, adaptándose a las características específicas de cada centro, según sus necesidades e inquietudes y grado de implicación. Son objetivos a corto, medio y largo plazo, a definir por los participantes.

Sensibilizar y concienciar ante las situaciones de injusticia que viven los pueblos africanos, asumiendo nuestra responsabilidad desde el mundo desarrollado.

Acercar a alumnos y educadores a la realidad de África desde una posición de iguales, que enriquece el diálogo intercultural, favoreciendo la empatía a través del contacto directo con alumnos y educadores africanos.

Crear y ofrecer alternativas para la participación y el compromiso personal con los pueblos de África, convencidos de que otro mundo es posible.

Conectar las escuelas de África con escuelas españolas, aprendiendo a convivir con los demás, superando prejuicios y estereotipos y trabajando en proyectos comunes.

Favorecer el contacto y la relación con otros centros educativos implicados con los pueblos africanos, intercambiando experiencias y organizando actividades comunes de sensibilización, estableciendo una red que incida en el entorno social más inmediato.

La tarea sensibilizadora se desarrolla a través de la formación, acción y cooperación, ha de estar presente en la práctica docente, si nos limitamos a unas campañas puntuales pierde fuerza el mensaje y el compromiso.

Los protagonistas, alumnos y educadores se convierten en impulsores de la sensibilización y transformadores de la realidad.

Los medios  para conseguir estos objetivos pasan por el trabajo en el aula, la revista del centro educativo con la sección África, semana de África, jornadas de sensibilización, cursos de formación…

La cooperación se entiende desde las demandas y necesidades de las escuelas africanas, a corto, medio y largo plazo, como experiencia enriquecedora de intercambio cultural y, desde modelos que favorezcan el contacto, el conocimiento, la aceptación y tolerancia hacia el otro, alejado totalmente de posturas paternalistas trasnochadas en el tiempo, asumiendo la responsabilidad desde el mundo desarrollado.

Los proyectos o formas de cooperación que aquí se proponen se entienden de doble dirección, no sólo es una cooperación material sino cultural, por tanto, nuestros compañeros africanos deberían establecer o realizar propuestas que nos ayuden a entender y conocer mejor su forma de vida, valores, proyectos…, desde el diálogo y el enriquecimiento cultural.